Puerto Pañuelo
El puerto que está frente al Llao Llao se llama Puerto
Pañuelo. Se construyó en 1965. Antes solo era un islote, y se lo unió al
continente usando los escombros de la reconstrucción del Hotel Llao Llao (el
hotel se quemó en el año 1939 cuando era todo de madera y se reconstruyó en un
año). Se llama Pañuelo, cuentan, por los pañuelos que se levantaban para
despedir y recibir a los viajantes. Desde allí se puede apreciar la armonía que
guardan los techos del Hotel con las formas del Cerro Lopez, que esta detrás.
Desde Puerto Pañuelo parten los paseos que se realizan sobre los espejos de
agua mas maravillosos, azules, puros y cristalinos que usted haya visto jamás.
Los lagos de la región tienen su propia identidad basada en su pureza. Paseos
de los que usted seguramente ya escuchó alguna vez, pero los disfrutará como
una navegación de bautismo. Siempre será la primera vez, porque el asombro se
renueva. Lo invitamos. Suba.
A Puerto Blest? Se navega aproximadamente una hora por el
brazo más importante del lago: el Blest. Le van a avisar cuando este frente al
islote Centinela, donde descansan los restos del Perito Moreno. Recuerde su
nombre y aprenda de su obra. Va a llegar a la Cascada de los Cántaros.
Ascendiendo por un sendero escalonado se recorre la exuberante vegetación de la
selva Valdiviana, hasta llegar al lago Cantaros (origen de la cascada) y a un
alerce de 1.500 años. Luego a Puerto Blest con el río Frías, de aguas verdes,
provenientes de uno de los glaciares del Cerro Tronador. Esta ahora en el
corazón de la historia de los Parques Nacionales de todo el continente. El
paseo es de día completo.
Isla Victoria y Bosque de Arrayanes. Una hora de navegación
y llegamos a la Península de Quetrihue en donde se puede disfrutar del único
Bosque de Arrayanes del Mundo. Luego navegamos hacia la Isla Victoria,
desembarcando en Puerto Anchorena. Encuentre y recorra sus caminos y senderos
Uno de ellos lo lleva a la Playa del Toro, donde puede ver pinturas rupestres y
visitar una esplendida playa de arena volcánica. No deje de conversar con los
guías y guardaparques.
A este relato agregue su imagen. Las gaviotas sobre el barco, el color del agua, el chocolate, las fotos, y mucho sol. Camine, mire, aprenda. Las excursiones lacustres de Bariloche son maravillosas. Vale la pena repetirlas siempre. Le van a dar material para los relatos mágicos de su viaje.